Cromoendoscopia

La cromoendoscopia consiste en la utilización de colorantes vitales (cromoendoscopia convencional) o recursos tecnológicos de los endoscopios (cromoendoscopia digital) durante una endoscopia con el fin de mejorar la visualización de las lesiones de la pared del tubo digestivo, visualizar con mayor nitidez sus límites o hacer más evidentes ciertas características de la mucosa que nos permiten caracterizar mejor las lesiones (el tipo de lesión, si es maligna o benigna, etc.)
En las clínicas de Ingaled en Pontevedra y A Coruña utilizamos de forma rutinaria tanto la cromoendoscopia vital como la cromoendoscopia digital en nuestros procedimientos para incrementar así su rentabilidad en el diagnóstico de las lesiones del tubo digestivo
Para realizar una cromoendoscopia vital se aplican colorantes que tiñen la mucosa y ponen de relieve ciertos aspectos de la mucosa, permitiendo diferenciar así con mayor nitidez la mucosa normal de la mucosa enferma. Además, al resaltar ciertos rasgos de la mucosa, nos permiten caracterizar mejor las lesiones, diferenciando las lesiones irrelevantes de las que tienen más importancia, e incluso establecer un diagnóstico prepatológico de malignidad, diferenciando así las lesiones que pueden ser tratadas endoscópicamente de aquellas que han de ser tratadas quirúrgicamente. Los colorantes más usados son el lugol (en el esófago), el ácido acético (en el esófago) y el índigo carmín y azul de metileno (en estómago y colon). El colorante se introduce a través del endoscopio y ha de bañar completamente la mucosa de la zona a estudiar.
La cromoendoscopia digital consiste en obtener imágenes similares a las que ofrece la cromoendoscopia vital pero obtenidas mediante la aplicación de filtros de luz en la fuente de luz del endoscopio. Existen además modalidades de cromoendoscopia virtual o digital que permiten establecer un diagnóstico prepatológico de las lesiones con una fiabilidad muy elevada (NBI, BLI o iScan). La cromoendoscopia digital se obtiene simplemente activando un botón del endoscopio, debidamente programado. Se evita así el tener que introducir colorantes, ahorrando tiempo al endoscopista. Además, podemos pasar alternativamente de la imagen natural con luz blanca a la imagen con cromoendoscopia tantas veces como deseemos, simplemente activando un botón del endoscopio.

La cromoendoscopia es de gran utilidad para mejorar la detección de lesiones displásicas (neoplásicas) sobre el esófago de Barrett o en la gastritis crónica, disminuyendo así, de forma considerable, el número de biopsias que habrá que tomar durante la endoscopia.
En el colon, la mayor utilidad de la cromoendoscopia se encuentra en la resección de lesiones colorrectales de gran tamaño. En primer lugar, al facilitar su caracterización, va a evitar que malgastemos recursos y nos expongamos a complicaciones en el tratamiento de lesiones malignas que sólo se curarán con la extirpación quirúrgica. Por otra parte, al mejorar la delimitación de los márgenes de la lesión, nos ayudan a evitar que queden restos de la lesión durante su extirpación. Finalmente, la cromoendoscopia también aumenta nuestra fiabilidad al tratar de diagnosticar precozmente una recidiva de las lesiones tratadas.